Portada del sitio - Noticias - "Lo cultural marca la impronta de la construcción popular"

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Con la presencia de alrededor de 150 participantes, dio inicio el Seminario “Arte, Cultura y Democracia Participativa”, con sede en la Ciudad de Buenos Aires. Integrantes de organizaciones sociales y culturales de Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Paraguay, Uruguay, Perú y Ecuador, que desarrollan proyectos artísticos y culturales en sus comunidades, comenzaron a darse cita ayer para intercambiar experiencias y proponer estrategias conjuntas a nivel continental. Se destaca también la presencia de funcionarios y parlamentarios de los diversos países.

En una mañana fresca pero con un sol digno de primavera, el Anfiteatro Eva Perón de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) comenzaba ayer a colmarse con miembros de organizaciones de amplios sectores, principalmente culturales, de toda América Latina. El colorido de los afiches publicitarios del evento dio un marco alegre a la sobriedad del auditorio, sin perder el tono adecuado de los objetivos del seminario.

El debate y la ponencia de visiones acerca de la posibilidad de avanzar en políticas públicas en el Cono Sur es el eje central en este encuentro, que se convoca desde y para los sectores populares de nuestra Patria Grande.

Cerca de las diez y media empezaron a escucharse las primeras palabras de bienvenida, a cargo de los referentes de cada una de las organizaciones convocantes. Iara Pietricovsky, de ALACP (Articulación Latinoamericana Cultura y Política), destacaba que este seminario se hace para “fortalecer conexiones existentes entre grupos sociales, culturales y artísticos; para conformar un proceso de cambio de valores y perspectivas para una nueva América Latina”.

Luego, Inés Sanguinetti, de Crear Vale la Pena (miembro de la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social), consideró que la importancia de este tipo de encuentros radica en la construcción de “acciones colectivas, que en muchas ocasiones se ven debilitadas por la brecha existente entre el trabajo de las organizaciones sociales y la articulación con los Estados de la región”.

El Movimiento por la Carta Popular, a través de Antonio Fernández del Servicio Paz y Justicia (SerPaJ) y Mónica Mendoza (Mutual Primavera), manifestaban que “lo cultural marca la impronta de la construcción popular, nos impusieron durante años una cultura que se basa en políticas delegativas o representativas, que destruyó la estructura económica basada en el trabajo y la participación comunitaria”. Antonio Fernández también destacaba que “debe construirse una América diferente por los pueblos oprimidos y con organización popular”.

Cerrando la bienvenida a los y las participantes del Seminario, Juan Carlos Giuliani, referente del movimiento Hacia una Constituyente Social en la Argentina dijo que “Estamos atravesados desde el principio de nuestra historia por una contradicción irresuelta, la de Domingo Faustino Sarmiento y su ‘Civilización y Barbarie’. Civilización eurocéntrica, que considera que la división entre trabajo manual e intelectual es fáctica. Aquello de que ‘pienso y luego existo’ de Descartes implica que los pensadores son una clase superior a la de los trabajadores que primero fueron esclavos, luego siervos de la gleba y hoy somos mano de obra barata. En este Seminario se interpela eso y decimos que como trabajadores creamos cultura y tenemos el derecho de apropiarnos de la labor intelectual que la academia nos niega”.

Para finalizar su alocución, Giuliani sentenció que “La cultura es la voluntad histórica del hombre por transformar la naturaleza. El trabajador como sujeto social es el generador de la riqueza de las naciones y por lo tanto, de su cultura”.

A lo largo del día de ayer se pudieron escuchar las intervenciones de distintos actores que llegaron al evento a compartir las experiencias de sus procesos de trabajo. Promotores de grupos de teatro comunitario como Catalinas Sur –de Buenos Aires-, organizaciones latinoamericanas de comunicación como ALER –que agrupa más de 100 emisoras populares de todo el continente- entre muchas otras, expusieron parte de sus experiencias frente al numeroso auditorio.

Una de las exposiciones centrales fue la del brasileño Celio Turino, quien desarrolló los fundamentos, contenidos e ideas fuerza que sostiene esta innovadora iniciativa del país vecino. Uno de los principales objetivos del Seminario, de hecho, es discutir una estrategia latinoamericana para implementar propuestas similares en los distintos países.

Puntos de Cultura: una ecuación transformadora

Desde hace más de cinco años, Brasil se ha convertido en protagonista y abanderado de una experiencia cultural con una matriz claramente transformadora. Una propuesta que repica por toda la región con ánimos de ser replicada: “los puntos de cultura”.

En el marco del panel Puntos de Cultura: un sueño latinoamericano, y dentro del Seminario Latinoamericano Arte, Cultura y Democracia Participativa, la tarde tomó un vuelo propio al recibir las palabras y la experiencia de Celio Turino, Secretario de Programas y Proyectos Culturales y Coordinador del Programa Cultura Viva.

Celio es uno de los principales responsables en la gestación de esta idea que es llevada a cabo desde el Ministerio de Cultura de Brasil y que él resume en una simple ecuación:

“Autonomía más protagonismo es igual a potenciar la capacidad de las personas.”

De este modo sintetiza una experiencia de trabajo que ya lleva más de cinco años y que tiene el valor agregado de romper con aquella mirada de las políticas públicas actuando siempre sobre la carencias de las personas y las comunidades y, además, de entretejer un vínculo particular entre el estado y la sociedad civil.

En los famosos Puntos de cultura, que ya son aproximadamente 2.500 en todo Brasil, el estado entrega recursos para que cada año la comunidad defina cómo y a qué se aplican en todo tipo de programas y planes culturales.

“Los Puntos de cultura son un concepto de política pública y son una construcción que presupone que los que hacen cultura son las personas y que la cultura define nuestra identidad y por tanto es estratégica.”

Al tiempo que fue contando desde dónde y cómo se fue construyendo de forma programática esta experiencia, Turino fue haciendo pie sobre enfoques teóricos que la sustentan y así habló también de la necesidad de nuevos paradigmas para la intervención estatal y para entender la cultura misma.

“Nosotros entendemos la cultura como la expresión simbólica y ciudadana. Y la cultura presupone un desenvolvimiento y movimiento constante.

Normalmente las políticas públicas trabajan sobre la carencia. Con los Puntos de cultura es otra la lectura. Son también una teoría que presupone un fortalecimiento de la capacidad transformadora de las personas.”

Así, mientras afirmó que los Puntos de cultura son una estrategia propia para incluir a aquellos que están al margen de la propia industria cultural, Celio reconoció que aún hay mucho por hacer, que hacia dentro del propio gobierno suele haber contradicciones y advirtió sobre el obvio choque con existe con el aparato burocrático heredado.

En otro momento, Turino explicó sobre la necesidad política de poner a la cultura en el centro de las construcciones y cambios sociales:

“Por mucho tiempo nosotros que nos preocupamos en cambios sociales, nos preocupamos mucho en cambiar las relaciones sociales y económicas; pero si no se hace un cambio cultural todo se desmorona porque no se modifican valores. En este sentido, la cultura debe pasar a ser vista a partir de tres palabras que empiezan con “e”: estética, ética y la economía.”

De este modo, este esquema de trabajo volcado hacia una política pública que tiene como búsqueda de fondo el propio empoderamiento social contemplando la diversidad cultural que comprende el tejido social de un país sumamente heterogéneo y que tiende a un proceso de integración permanente, tiene horizontes de largo alcance.

En palabras de Celio, “hoy quizás caminemos al Punto de cultura como movimiento social más que como una política de gobierno. Percibo que es posible construir una nación de esta forma que nos integre. El principal problema del imperialismo, del neoliberalismo es que divide. Nosotros buscamos aproximar.”

Fuente: www.lapostaregional.com.ar