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Del 10 al 14 de septiembre se realizará en la Ciudad de Buenos Aires el I Congreso Nacional del MNCI, la I Asamblea de Mujeres y la I Asamblea de jóvenes. “Esto no se limita a la realización de 3 eventos en 5 días, sino que son un etapa de un proceso que lleva un año de duración de formación y construcción política de las organizaciones de base del MNCI en cada territorio del país"

“Creemos necesario fortalecer la identidad nacional, profundizar la formación de dirigentes sociales y establecer alianzas, es por esto que celebraremos nuestro I Congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI)”, anunciaron los compañeros en la convocatoria.

En este marco, el 14 de Setiembre el MNCI marchará a Plaza de Mayo por Soberanía Alimentarias y Reforma Agraria integral.

Cabe destacar que la Fundación Che Pibe participará activamente del encuentro. En este sentido, Sergio Val, indicó que “nuestra organización viene acompañando de manera activa la lucha de los compañeros y vamos a tener un rol fuerte en el Congresito, es decir, el congreso de los chicos campesinos que van a compartir su realidad con la realidad urbana de nuestros pibes”.

Asimismo, contó que están convocados a participar “en el marco de lo que es continuar entrelazando lo urbano y lo campesino con miras a una América Latina que construye otra forma de integración, el ALBA”. Así, dijo que movilizarán el 14 “para construir más CTA, más Constituyente Social, más ALBA, más integración de proyecto político”.

Programa

1. Presentación del MNCI

Desde hace muchos años venimos fortaleciéndonos como Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). Aquello que nació en 1996 como articulación política en el marco de la mesa nacional de organizaciones de la agricultura familiar, fue tomando cuerpo orgánico y político a partir del año 2003, donde varias organizaciones (algunos con mucha trayectoria en el territorio provincial) fortalecimos la idea de construir un movimiento de carácter nacional y autónomo con desarrollo territorial y con la Soberanía Alimentaria y la Reforma Agraria Integral como horizontes en el camino hacia una nueva sociedad, donde no existan explotados ni explotadores, y en la cual convivamos con la madre naturaleza sin agredirla como en la actualidad.

El camino es lento y sinuoso, pero hoy podemos decir conformes de que el MNCI se ha desarrollado en 10 provincias con una participación activa de más de 20 mil familias campesinas e indígenas (del campo y la ciudad) y una acción territorial que incide en más de 100 mil familias.

Las organizaciones provinciales que integran el MNCI, son el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE - VC), el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC), la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) de Mendoza y San Juan, la Red Puna de Jujuy, Encuentro Calchaquí de Salta y Mesa Campesina del Norte Neuquino, Giros (Grupo Independiente Rosarino Organizado Solidariamente), y Organizaciones Comunitarias Urbanas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires.

Algunas organizaciones ya pertenecían a Vía Campesina internacional, sin embargo en la V Conferencia Internacional de Vía Campesina la membrecía del MNCI fue ratificada. Además integra la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC).

2. Contexto Actual

El modelo neoliberal aplicó su propia receta donde la explotación de los bienes naturales determina la ganancia “del agronegocio y mega-minería a cielo abierto”

El agronegocio dominado por grandes empresas transnacionales y grupos locales, controlando las tecnologías logró la expansión de los monocultivos y los transgénicos, por sobre la diversidad productiva de los cultivos campesinos indígenas, llevando a la destrucción de montes, bosques y yungas, que garantizan una provisión variada, suficiente y accesible de alimentos para el consumo popular en los pueblos y ciudades.

Este modelo de agronegocio no quiere agricultores en los campos. Las empresas mineras se instalan en territorios campesinos indígenas dañando el agua, el aire y el suelo, y en algunos casos por amenazas y violencia hacia las personas que son críticas con el modelo minero.

Las familias que resistimos en nuestras tierras sufrimos el deterioro de las condiciones de vida, sufrimos las consecuencias del modelo: las dificultades para acceder al agua para consumo o para producción, intentos de expulsión de la tierra en la que vivimos por generaciones, las limitaciones para poder tener educación para nuestros hijos y salud para nuestras familias, la violencia y la persecución a las familias que decidimos defender nuestra tierra y nuestro modo de vivir.

Consideramos que la soberanía alimentaria y la defensa de los bienes naturales son dos ejes estratégicos por los cuales debemos trabajar todos los movimientos políticos y sociales. La Soberanía Alimentaria entendida como el derecho de los pueblos a producir y consumir alimentos sanos que satisfagan las necesidades y se adecuen a la cultura de cada región. No será posible tal soberanía mientras la tierra y el agua sean consideradas mercancías, tampoco si no podemos desarrollar mercados locales en manos de las organizaciones populares. La tierra y los bienes naturales deben ser regulados según su función social, ecológica y económica.

En nuestro país en los últimos años se han logrado algunos avances en favor del pueblo, la fuerza popular se pudo acumular en los avances sobre DDHH, la recuperación simbólica del rol del estado y políticas acertadas como la estatización de las AFJP, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Asignación Universal por hijo, así como aspectos simbólicos de recuperación del proyecto popular. En ese sentido pensamos en la acción realizada en Mar del Plata donde se le puso fin al ALCA y la resolución 125 y su consecuente debate sobre el modelo sojero y los agronegocios y la política de retenciones como dos momentos de fuerte posicionamiento de proyectos estratégicos. Claras disputas de modelos económicos.

El modelo actual continúa basado en el saqueo y la explotación de los bienes naturales, permitiendo que las trasnacionales extraigan las ganancias provocando altas tasas de contaminación y afectando también la salud humana y las fuentes de agua. La derecha agromediática y gran parte de la burguesía industrial han definido claramente su intención de revertir los avances obtenidos por el campo popular y volver hacia el neoliberalismo y la dependencia de EEUU y las transnacionales.

Entendemos que es nuestro desafió aportar a la construcción de unidad en torno a un programa mínimo y con miras estratégicas puestas en el ALBA. Como decimos en la convocatoria al V congreso de la CLOC: En Latino América “Las nuevas estrategias de construcción de alternativas que se conforman desde los sectores populares, campesinos, trabajadores del campo y los pueblos indígenas dentro de la interculturalidad existente en nuestras regiones, nos demandan impulsar un amplio debate y construcción de iniciativas para empoderarnos del proceso de integración de la Alternativa Bolivariana para nuestra América (ALBA), fortaleciendo la unidad de acción y la integración que el momento histórico requiere.”

3. Justificación

En este contexto, es que creemos necesario fortalecer la identidad nacional, profundizar la formación de dirigentes sociales y establecer alianzas, es por esto que celebraremos nuestro I Congreso del MNCI.

En septiembre, del 10 al 14 realiazaremos nuestro I Congreso Nacional del MNCI, la I Asamblea de Mujeres y la I Asamblea de jóvenes. Esto no se limita a la realización de 3 eventos en 5 días, sino que son un etapa de un proceso que lleva un año de duración de formación y construcción política de las organizaciones de base del MNCI en cada territorio del país, es un camino que culmina en un encuentro masivo, participativo y formativo para los militantes y dirigentes de las organizaciones del verdadero campo Argentino.

En el actual contexto de lucha entre el modelo del agro negocio vs el de la producción campesina indígena, es fundamental fortalecer las capacidades políticas y de incidencia nacional y continental de las organizaciones del campo y la realización del Congreso será fundamental para la garantizar la unidad de acción y la construcción de mecanismos participativos para la articulación efectiva y la comunicación entre las organizaciones.

En este proceso, el rol central de la mujer campesina, indígena, se revela como fundamental para garantizar un proceso de igualdad y justicia en la construcción de las alternativas desde el campo, que permita a las organizaciones superar las contradicciones que todavía subsisten en las comunidades en relación a la equidad de género. Para ello, la I Asamblea de Mujeres permitirá renovar el grito de lucha de las mujeres, como protagonistas de los procesos de liberación de los pueblos, así como seguir impulsando el trabajo de género en las organizaciones nacionales que aún no lo han desarrollado en profundidad.

De la misma manera, la problemática de los jóvenes del campo y las respuestas que desde las organizaciones se dan a la emigración rural y la falta de oportunidades de formación se van a poder coordinar y desarrollar desde el espacio que ofrece la I Asamblea de Jóvenes, en la búsqueda permanente de la formación de nuevos dirigentes que renueven y refuercen los procesos de conducción y articulación de las organizaciones campesinas indígenas y de afro descendientes.

Como entendemos que las transformaciones sociales no pueden realizarse desde un solo sector y que es importante compartir nuestra visión con la sociedad, es que en la instancia del congreso nos encontraremos con organizaciones populares, amigas y amigos de distintos sectores sociales, funcionarios de gobierno y todos los interesados en conocernos y acompañarnos en este proceso de construcción de poder popular.

Nos planteamos como desafíos:

• Fortalecer la participación y organización en nuestras bases,

• Consolidar nuestra identidad nacional.

• Ratificar estructura orgánica, principios organizativos, análisis de la coyuntura y bases ideológicas y políticas del MNCI.

• Profundizar la formación socio-política de nuestros delegados militantes, con plena inclusión de las mujeres y jóvenes, garantía de nuestro presente y futuro de lucha.

• Establecer alianzas para los desafíos de esta etapa, teniendo en cuenta que el modelo ha impactado fuertemente en los/as trabajadores/as del campo y la ciudad, momento oportuno entonces para reafirmar nuestra alianza de clase.

• Mejorar el dialogo entre las organizaciones populares y el gobierno, e incidir sobre las políticas de desarrollo rural y la participación de las organizaciones campesinas.

• Fortalecer los movimientos sociales del continente, que en el marco del ALBA y otros procesos de integración, sean referencia y garantía de la participación organizada del pueblo en las decisiones y rumbos estratégicos.

• Nuestro Congreso toma las bases establecidas en nuestra V conferencia Internacional de La Vía Campesina: derrotar a las transnacionales, lucha contra la OMC, campaña contra todo tipo de violencia a las mujeres en el campo.

• Nuestro Congreso Nacional será parte del proceso del V congreso de la CLOC a realizarse en Quito, Ecuador. Octubre de 2010.

4. Actividades:

10 de septiembre: la I Asamblea de Mujeres y la I Asamblea de jóvenes.

11 a al 13 de septiembre: talleres participativos sobre ejes trabajados durante todo el año en las bases del MNCI:

- la reforma agraria

- la soberanía alimentaria

- los movimientos sociales en Latinoamérica

- análisis de coyuntura en distintas niveles

- los medios de comunicación y los formadores de opinión.

11 al 14 de septiembre: Feria de productos y Festival cultural.